Seguramente estés leyendo esto porque un notario o quizás una inmobiliaria te ha solicitado que les entregues un certificado energético. Pues bien, no eres el único al que se lo pedirán, ya que hoy en día es un documento indispensable para algunos trámites.
Muchos piensan que el certificado energético es un mero trámite que no tiene más importancia. Están muy equivocados, y a continuación te explicamos las cuestiones fundamentales para entender que es un certificado energético.
¿Qué es?
La Certificación Energética de un edificio es un documento que acredita la demanda energética de un inmueble teniendo en cuenta su superficie, elementos constructivos e instalaciones. Con la entrada en vigor de la Ley 8/2013 de 26 de junio esta certificación es obligatoria para la venta o alquiler de los inmuebles. Puedes consultar esa ley aquí.
Este Certificado tendrá una validez de 10 años tras su emisión sobre el inmueble, por lo que es posible su utilización en ventas, alquileres u otros trámites posteriores durante ese periodo de tiempo.
¿Para qué sirve y cómo se obtiene?
Esta medida, implantada en la Unión Europea, es un valor de referencia para los nuevos propietarios pudiendo obtener una aproximación del coste asociado a gasto de energía – electricidad, agua caliente, calefacción y refrigeración – para esa vivienda en concreto, más allá de un trámite obligatorio.
Una vez calculada la Certificación Energética se representará el valor obtenido para la vivienda o inmueble en una etiqueta basada según una escala de letras y colores, siendo la A la más eficiente y la G la menos eficiente.
Conocer el gasto energético de un inmueble se ha convertido en estos días en algo decisivo. Por lo que si vas a comprar o alquilar una vivienda o un inmueble, es recomendable que eches un vistazo al certificado energético correspondiente.
Como decíamos anteriormente, influyen factores como la superficie del inmueble, su orientación y soleamiento, sus instalaciones térmicas y de iluminación, así como su envolvente térmica, es decir, muros de fachada, ventanas, suelos y cubiertas.
El certificado energético indica el grado de eficiencia energética de un inmueble según sus características constructivas y sus instalaciones. Es importante para conocer el gasto de energía que produce, y por lo tanto, del coste económico.
¿Quién solicita este Certificado y cómo realizar el trámite?
El Certificado Energético ha de solicitarse expresamente a la empresa, arquitecto o técnico autorizado que desee para tramitar dicho certificado.
El técnico contratado deberá visitar el inmueble presencialmente para recopilar la información necesaria sobre la vivienda, local o inmueble, como por ejemplo los tipos de muros, las características de las ventanas, los tipos de instalaciones térmicas y de iluminación, etc. Una vez recolectada esta información el técnico podrá realizar el Certificado y posteriormente lo registrará ante el organismo competente para que el Certificado sea válido.
¿Cuánto cuesta el Certificado Energético?
Puesto que no existe la regulación de estas tarifas, cada empresa o profesional podrá marcar el valor que crea conveniente, el cual variará en función de la ubicación, tipo y tamaño del inmueble. Puedes comparar varios presupuestos, pero siempre es conveniente comprobar que se trata de un profesional cualificado.
Este Certificado tiene asociada una tasa que variará en función del tipo de inmueble y de la Comunidad Autónoma donde se realice el Certificado, la cual se encuentra normalmente integrada en el presupuesto del técnico.
Existen empresas que hacen Certificados Energéticos a bajo coste, no obstante es importante recalcar que el técnico debe realizar una visita presencial al inmueble, por lo que las empresas que no realizan esta visita tienen un coste más económico pero son menos fiables.
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¿Cómo mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda?
En el caso de inmuebles o viviendas existentes existen múltiples actuaciones que podemos llevar a cabo para mejorar la eficiencia energética. Puedes echar un vistazo a nuestras recomendaciones para la mejora de eficiencia energética de nuestra vivienda.
Para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda podrás actuar en diferentes puntos de la misma. Por ejemplo, añadir aislamiento en los cerramientos y fachadas , sustituir las ventanas por otras más aislantes, añadir elementos de protección solar como menorquinas o toldos o mejorar las instalaciones térmicas y de iluminación.
En caso de viviendas de obra nueva existen muchas otras posibilidades para conseguir una vivienda totalmente eficiente con clasificación A, cosa que será muy beneficiosa para el medioambiente pero también para tu economía.